miércoles, 21 de septiembre de 2016

Ruta de los dinosaurios

Los voluntarios culturales -VolOptenses-, del Centro de Mayores, intentamos participar y colaborar en todas las actividades de nuestro Centro. En esta ocasión hemos conocido un recurso turístico y cultural de nuestra provincia, la Ruta de los dinosaurios de Cuenca

La actividad se enmarca en el programa “Acércate a la Diputación” e incluye la visita a la institución provincial y los Centros interpretativos de Cañada del Hoyo y Fuentes.


Para completar el programa visitamos el Museo de Paleontología en Cuenca.






viernes, 15 de julio de 2016

Visita a una mina romana



Nos gusta aprender y la formación permanente es muy importante para ejercer nuestra labor de voluntarios culturales.  

Desde niños conocíamos la existencia de las ‘Cuevas de Sanabrio’, en Saceda del Río.  Ya de mayores, en la formación que el Centro de Mayores nos ha dado como voluntarios culturales, hemos aprendido más sobre su explotación como minas en la época romana. También hemos profundizado en el conocimiento de la piedra de yeso que se extraía, el lapis specularis,  y su importancia comercial cuando Hispania era una provincia romana. Cierto es que nosotros siempre lo hemos llamado espejuelo y sabemos que se le atribuyen más nombres.


 Ahora que la mina ha sido recuperada hemos realizado una visita guiada que el alcalde de Huete, Fernando Romero, ha organizado para VolOptenses con el apoyo profesional de la Oficina de Turismo. 

jueves, 14 de abril de 2016

FORMACIÓN-2016: “Cervantes & Shakespeare, dos vidas paralelas”



     En el mes de abril iniciamos la décimo cuarta acción formativa, en un año conmemorativo del IV centenario de la muerte de dos genios de la literatura, Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Como viene siendo desde el principio los cursos a VolOptenses son coordinados por Paz Risueño Villanueva, los seis últimos de forma voluntaria.
Tema I: Quiénes Fueron, qué pensaron.
Con una introducción a la vida y obra de  Cervantes y Shakespeare finalizamos la sesión con la propuesta-adivinanza sobre la autoría de treinta y seis pensamientos célebres de los dos autores.
                           
Tema II: La gastronomía en las obras de C & S. 
De la obra de Cervantes ya habíamos aprendido en el 2007 cuando asistimos en el Centro al taller formativo de Cocina histórica, del que extraemos algunas notas de los textos elaborados por Zacarías Lopez-Barrajón Barrios, responsable de dicho curso. En él descubrimos la cocina y las viandas del Siglo de Oro  con la lectura del Quijote: “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo vivía un hidalgo de los lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Un olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes y algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda…”

Con la lectura de varios pasajes de la novela identificamos algunas vivencias que llegan hasta nuestros días, como la olla campesina puesta al fuego durante horas, alimentos de entonces y ahora: el queso, las gachas, las migas…
Cervantes escribió sobre la cocina sencilla de labriegos y pastores pero también sobre la cocina abundante de los ricos, como lo fue  en las bodas del rico Camacho, donde Sancho se despacha tres gallinas y dos ocas como aperitivo.
En el Quijote, una novela repleta de refranes y dichos, no podían faltar los relativos a la comida y a la bebida:
  • A buen hambre, no hay pan duro.
  • Del campo las flores; de la cocina sus sabores.
  • El arroz mal guisado y bien reposado.
  • Cochino matado, invierno solucionado.
  • Gachas de almorta, el estomago conforta.
  • La mejor cocinera es la aceitera.
  • Mas vale pan y aceitunas que estar en ayunas.
  • Sopas, pocas; judías cuatro, y carne, buen plato.
  • Bueno es beber pero no hasta caer.
  • Vino sacado hay que gastarlo.
  • Encima de la leche, nada eches.
  • Soplar y sorber no puede ser.
  • El que bien come y bien digiere, sólo de viejo se muere.
  • Hombre en la cocina, calentura segura.
        De la gastronomía en las obras de Shakespeare estamos descubriendo casi todo en este curso. En su obra hay alusiones continuas a la cocina, no sólo a los alimentos, sino al lugar y sus elementos domésticos como  cacerolas, jarras y jarrones, recipientes para guardar manteca, tamices, coladores, cucharones. También encontramos la presencia de los vinos españoles, sobre todo el sherry (jerez). 
En tiempos de Shakespeare cambiaban los menús según la época del año: en Cuaresma debían consumir pescado salado, que se había guardaba durante todo el invierno. Por la Pascua, el cordero, el cerdo y la ternera en las carnes principales. En verano se volvía a comer más ligeramente y se consumían hortalizas. En otoño,  por San Miguel,  la reina Isabel I puso de moda, en los últimos años de su reinado, matar un ganso. Por san Martín no se mataba el cerdo, sino la res. Eran secadas sus carnes y ahumadas y se conservaban en la chimenea, bajo el hogar, para ser consumidas durante el invierno. El cerdo en cambio, se engordaba durante el invierno y se comía por la Pascua de Resurrección, para horror y abominación de los judíos.
Y aquí tenemos los deberes de estas dos primeras sesiones:
2) Algunas viandas para elaborar:

Duelos y quebrantos



Pudding cremoso de limón syllabub (lemon curd syllabub)
Syllabub es el postre cremoso Inglés por excelencia (más fácil de hacer imposible, lo único que necesita es un poco de "meneillo" con el brazo)

Y si queréis saborear manjares a mesa y mantel, dos paisanos conquenses, Jacinto y Julián, os los servirán en sus respectivos restaurantes durante todo el año.

RESTAURANTE  JACINTO 
(SAN CLEMENTE)

Gastro-Homenaje “Talía 2016”
Bar: Tapas con nombre  de dos obras dramáticas de Shakespeare y Cervantes a las que hemos dado personal sabor:
* Romeo y Julieta No una tragedia  entre Montescos y Capuletos.Sí un calambur…de sabores

El retablo de las maravillas: Benito Repollo es nombre del grotesco alcalde entremesil, mas no ingrediente de una tapa creada para sentir de maravilla.

Restaurante:   
Menú C&S

* Entremeses cervantinos: ocho entremeses representados en ocho sabores manchegos.
* Postre: Syllabub de Shakespeare: copa de dulce sabor británico a base de sidra, nata, azúcar moreno… 


 Más información:

POSADA REAL DE SANTA MARÍA 
(SANTA MARÍA DEL CAMPO RUS)


 Gastro-Homenaje a C & S, dos vidas paralelas

Cuándo: Sábado, 23 de abril de 2016
Cómo: Disfrutando de la comida maridaje de gastronomía española y británica arraigada en la época de Cervantes y Shakespeare, adaptada por Julián García García que además de mejor maestro paellero mundial 2013 y 2015 ve mucho e investiga mucho sobre cultura gastronómica.

Menú C&S:
*Entremeses Cervantinos maridados con vino de Jerez 
*Cabrito de Santa María del Campo Rus frito con ajos de Las Pedroñeras (IGP)
o
*Stew of  Venison in red wine “The Witches Brew”. Estofado de venado al vino tinto
*Postre: Syllabub 
- Café/tea  y licor/crema Lavandaña    

Más información: 


lunes, 21 de marzo de 2016

Semana Santa en el recuerdo


       No podríamos determinar con mucha exactitud la fecha en la que se sitúan nuestros recuerdos de la Cuaresma y Semana Santa en Huete; sería aproximadamente entre los años 1950 hasta el 60, años en los que ya participábamos activamente en las preparaciones y celebraciones de estas fechas.
Nosotros estudiábamos y nos formábamos en el Colegio de las religiosas Celadoras del Corazón de Jesús que impartían clases desde párvulos hasta bachillerato y estaban instaladas en el edificio del Convento de Jesús y María, más conocido por el nombre de “El Cristo”.

    Comenzaba la Cuaresma -lo mismo que ahora- el Miércoles “De ceniza”. Todos los niños y niñas de la Escuela pública (situada en el edificio de La Merced) y el colegio de las Celadoras íbamos con los maestros a recibir la ceniza en la iglesia de La Merced, junto con muchos padres y adultos que nos acompañaban. Este miércoles, sin embargo, no seguía a los Carnavales, que nunca vivimos porque estaban prohibidos.
Para nosotras la Cuaresma era tiempo de austeridad y privaciones: desde pequeñas hacíamos algunos sacrificios, como por ejemplo: no comer dulces y guardarlos todos para el día de la Resurrección, ponerrnos pequeñas piedrecitas en los zapatos, rezar jaculatorias, hacer visitas a la Iglesia,…

    Los viernes de Cuaresma se guardaba en la mayoría de los hogares el ayuno y la abstinencia de carne. Si alguien no lo guardaba decía muy compungido que había “pecado” como algo muy grave.
Algunos años se celebraban Misiones durante la Cuaresma. De ellas recordamos el “Rosario de la Aurora” por las calles del pueblo, al amanecer; los sermones, que a nosotros nos sonaban como algo tenebroso, con amenazas del infierno a grandes voces desde el púlpito (no había micrófonos); donde las mujeres del pueblo que asistían, lloraban y se sonaban con grandes pañuelos blancos; y los hombres, que habían venido del campo y de sus quehaceres, asistían muy serios y compungidos. La iglesia estaba a rebosar para estos actos misioneros.

    El Viernes “de Dolores” se le hacía una gran función religiosa a la Virgen de los Dolores o Soledad y se rezaban los siete dolores de la Virgen. Todos los Viernes de Cuaresma se cantaba el Viacrucis por las calles del pueblo, un viernes en cada barrio. Se cantaba también el Miserere, probablemente se hacía en latín.

    El Domingo “de Ramos” íbamos todos, niños y mayores, a recibir el ramo de olivo. Salíamos en procesión desde La Merced, donde se bendecían las ramas, por muchas calles del pueblo. Todos estrenábamos algo, por aquello del dicho “El Domingo de Ramos el que no estrena nada se le caen las manos, o no tiene manos”.

    El Lunes, Martes y Miércoles Santo se celebraban en la iglesia retiros, confesiones, se preparaba el monumento y se tapaban los santos con paños morados y se quitaban las sabanillas de los altares. Ahora, el Miércoles Santo, se sube al Castillo cantando el Viacrucis con la participación de los jóvenes.

    El Jueves Santo por la mañana se solía dedicar a preparar los dulces: rosquillas de sartén, sombreretes y cañas,  torrijas, pestiños, etc.
    También era día de vigilia. Por la tarde repicaban las campanas; una de ellas era giratoria, que volteaba con gran estruendo, y toda la gente acudía con sus mejores galas a la Santa Misa, donde se realizaba el lavatorio de doce personas pobres de la población, generalmente mayores y necesitados a los que se les daba limosna.

    Se llevaba el Santísimo bajo palio, portado por seis hombres a la Capilla, donde se sigue colocando en la actualidad.

    La procesión era una gran manifestación de fe y recogimiento, íbamos todos en fila, casi todo el pueblo lo celebraba y se veía a mucha gente que no solían ir a la iglesia, pues la verdad es que la imagen de Jesús Nazareno saliendo a la calle, hacía que todo el mundo acudiese a acompañarle.


    Después de la procesión había “Hora Santa” y luego se velaba El Monumento. Durante toda la noche y todo el día siguiente hasta la hora de los oficios del Viernes Santo, la gente se acercaba para rezar, cada persona pasaba una hora velando. Se respetaban escrupulosamente los horarios, para que nunca quedara solo El Monumento.

    El Jueves Santo era costumbre invitar en las casas a los amigos y conocidos a unos dulces, una copita de vino dulce o resoli. Después todos íbamos a casa, se cerraban los bares y el recogimiento era total.

    El viernes muy temprano salían los monaguillos por las calles del pueblo tocando las “carracas” (instrumentos de madera con una rueda dentada que hacían girar produciendo un ruido ronco y atronador). Algunos años los jóvenes tocaban cornetas y clamaban a grandes voces por las calles: “¡Levantaros hermanos, a acompañar a Jesús, que va al calvario!”.

    La procesión salía a las siete de la mañana de la iglesia de La Merced, todavía era de noche. Cuando íbamos por la Chopera empezaba a amanecer, desfilaba San Juan con la palma, Jesús Nazareno –acompañado siempre de largas filas de nazarenos-, Jesús De la Columna y la Soledad. Se guardaba mucho silencio y era muy emocionante ver el amanecer en un marco tan espectacular.

    A las 11 de la mañana se hacía el “Vía Crucis” cantado hasta la Ermita de San Gil, donde se decía que había un celemín de tierra proveniente de “Tierra Santa”. Era costumbre ir “a bolear” al llamado Camino del Boleo o de Madrid. Allí se realizaban grandes campeonatos que tenían muchos espectadores. La comida consistía en el típico potaje de garbanzos, con bacalao, espinacas y huevo o guisado de huevos duros, bacalao y alcachofas seguido de las riquísimas torrijas.

    Por la tarde se realizaban los Santos Oficios. La procesión del Entierro era multitudinaria, las imágenes que procesionaban eran, como ahora, el Sepulcro y la Soledad.

    El Sepulcro iba rodeado de cuatro faroles grandes y tres guardias civiles lo custodiaban. En los balcones se colocaban faroles con velas y colgaduras con lazos negros. A continuación todas las personas se recogían en casa, ya que, por otra parte, no había otras opciones de entretenimiento.

   El Domingo de Resurrección se realizaba la Procesión del Encuentro, y como ahora, la Virgen se inclinaba por tres veces ante Jesús y se le cambiaba el manto de luto por uno blanco o azul.

    Durante la procesión que se celebraba a continuación se veían varios “judas” (muñecos hechos de paja vestidos con ropa vieja) colgados en medio de las calles y las plazas. Después de la procesión se quemaban, rodeados de algarabía de jóvenes y niños que lo celebrábamos alborozados.

    Posiblemente habrán quedado muchas cosas “en el tintero”, como se suele decir, y habrá otras muchas celebraciones que sean de época anterior que lógicamente no conocemos y no incluimos aquí, pero el lector o internauta que lea estas vivencias apreciará con prontitud las diferencias y peculiaridades de la Cuaresma y Semana Santa de hace 50 ó 60 años.
                                                         
 PLATOS TÍPICOS DE SEMANA SANTA

·         Rosquillas de Sartén.
Ingredientes: Huevos, anís dulce, ralladura de limón o naranja, emulgente o bicarbonato, aceite, azúcar y harina.

·         Sombrerillos y Cañas
Ingredientes: Vino blanco, aceite, anís, azúcar y harina.

·         Torrijas
Ingredientes: Rebanadas de pan, aceite, leche, corteza de limón, azúcar, canela, vainilla y huevos.

·         Potaje de Semana Santa
Ingredientes: Garbanzos, bacalao, laurel, espinacas, cebolla, pimentón, patata, huevos o albóndigas tontas, según gustos.


·         Guisado de huevos
Ingredientes: Huevos, alcachofas, bacalao, harina, aceite, pimiento rojo y cebolla.

( Mari Cuevas Moreno //Gabriela Mora Mochales )


viernes, 29 de enero de 2016

Una pincelada optense en un año cervantino


De Juan de Cervantes, abuelo paterno de Miguel de Cervantes, nos cuenta el autor:
“...en Córdoba, de nuevo, esta vez como abogado civil y negociante, y tanto en Cuenca como en Huete, repitió como teniente corregidor. En Huete, con negocios tuvo buena fortuna, que mala fortuna le puso en boca de denunciantes, acusado de no pagar sus deudas y de prevaricador.”... (1.523-24). (Un esclavo llamado Cervantes, Fernando Arrabal)



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